La nueva autovía de Despeñaperros, diseñada para acabar con uno de los principales puntos negros de la red viaria española, batirá todos los registros de ejecución de una obra pública. A pesar de que la nueva calzada está a falta de solo cuatro kilómetros para su finalización, el Ministerio de Fomento no la ha indultado de su capítulo de recortes para este año y ha alargado su finalización hasta 2013. Pasarán, por tanto, 12 años desde que esta obra apareciera por vez primera con consignación en los Presupuestos del Estado de 2001, y seis desde que se iniciaron los trabajos.
Fomento empleó algo más de tres años y medio en construir 10,5 kilómetros de la nueva autovía en Despeñaperros, pero ahora pronostica otros dos años de ejecución para completar los cuatro kilómetros pendientes. El pasado mes de septiembre se abrió al tráfico el 75% de la nueva calzada (todo el sentido Madrid y parte del sentido Sevilla), y se anunció para 2012 el final de la obra, ahor apostergado a 2013.
Los últimos Presupuestos aprobados por el PSOE consignaron 83 millones para finalizar en el primer trimestre de 2012 esta autovía, en la que ya se han invertido 190 millones. Tan claro quedaban los números que hasta el nuevo subdelegado del Gobierno en Jaén, Juan Lillo, pronosticó tras tomar posesión que Despeñaperros se abriría en su totalidad en la Semana Santa. Pero los Presupuestos aprobados por el Gobierno de Mariano Rajoy han vuelto a enfriar las expectativas..
Acuciado por los recortes, Fomento ha dividido en dos anualidades la inversión final. Para este año destina 31,4 millones y otros 30 para el próximo ejercicio. "Nos están engañando, que expliquen cuándo piensan acabar una obra para la que solo quedan cuatro kilómetros", señala el diputado socialista por Jaén Felipe Sicilia.
Lo socialistas no hablan solo de recortes. También apuntan a una estrategia del PP para apropiarse de la autoría de la obra. “Nos quieren hacer ver que la han hecho ellos, e inaugurar lo que falta cuando pase un tiempo”, comenta Sicilia. De hecho, el diputado del PP Gabino Puche decía el año pasado, poco antes de la inauguración de los tramos en servicio, que el proyecto de la A-4 “fue impulsado por el Gobierno de Aznar”. Puche recordaba que la obra debía estar finalizada en 2007, pero fue ese año cuando se iniciaron los trabajos una vez que Fomento modificó el proyecto inicial.
La autovía diseñada por el anterior Gobierno del PP solo preveía hacer nueva la calzada con sentido a Madrid, mientras que el tráfico con destino a Sevilla se haría por la calzada resultante de unir las dos mitades más modernas de la actual autovía. Finalmente, se optó por una autovía totalmente nueva, con tres carriles de tres metros y medio cada uno por sentido entre Santa Elena (Jaén) y Venta de Cárdenas (Ciudad Real), para aumentar la capacidad de vehículos (ahora soporta un paso medio de 24.000 coches al día) y así incrementar la velocidad hasta los 120 kilómetros/hora. Y eso encareció también notablemente el coste de la obra, que pasó de los 81 millones de euros iniciales (sólo para el sentido Sevilla) a los 245 millones. Otro récord en cuanto a la inversión en obra pública, pues cada uno de los 14 kilómetros saldrá por unos 17 millones de euros. En parte se debe a la complejidad del trazado, que consta de tres túneles dobles y siete viaductos.
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