El tribunal ha sentenciado que se trató de un accidente debido a que el acusado confundió al animal con un zorro.
Ecologistas en Acción pedía dos años de prisión para esta persona por un delito contra especies en peligro de extinción.
Justo cuando se cumplen cuatro años de los hechos, el peón de una finca de Ciudad Real ha sido absuelto del delito contra la fauna del que había sido acusado por matar de un disparo al lince ibérico Kenitra. Era uno de los ocho ejemplares de esta especie que habían sido liberados unos meses antes para tratar de repoblar las colonias de estos animales en peligro de extinción.
El juicio se celebró el pasado mes de julio. El peón alegó que había confundido al lince con un zorro, una tesis que finalmente ha sido aceptada por los jueces. Ecologistas en Acción, que ha ejercido la acción popular, pedía dos años de prisión para esta persona por un delito contra especies en peligro de extinción (artículo 334 del Código Penal) y otros cuatro de inhabilitación para cazar.
El colectivo ecologista pedía también responsabilidad civil al acusado, a la empresa Retamoso de la Mancha y a Mapfre como aseguradora, pero tuvo que renunciar a esta acción judicial porque no puede demandarlo como acusación popular. Solo puede hacerlo la Administración, y en este caso, como en otros anteriores, el Gobierno de Castilla-La Mancha no se había personado como acusación.
Durante el juicio, el fiscal esgrimió un informe del Seprona en el que concluía que, por las circunstancias en que se produjo el disparo, podría haber sido un accidente, ya que se produjo al anochecer y en zona de "penumbra". Frente a ello, la acción popular argumentó que hubo dolo eventual ya que el acusado salió a cazar conociendo estas circunstancias y asumiendo el riesgo de disparar. Para los ecologistas, el fiscal realizó "funciones de defensa".
Cría en cautividad
Kenitra se había criado dentro del programa Life+Iberlince en el centro de La Olivilla, en Santa Elena, en plena zona de Despeñaperros ya en la zona andaluza, donde el lince tiene el hábitat perfecto para vivir y el que ha sido su ecosistema hasta la aparición de los cazadores, especialmente los furtivos en la zona. Una vez criados allí, cuando ya pueden valerse por sí mismo y son suficientemente adultos, son liberados para que en el futuro puedan reproducirse y vuelva a aumentar el número de ejemplares de estos animales.
El pasado mes de marzo, el juzgado de lo Penal número 3 de Ciudad Real condenó a un guarda de la finca 'La Caminera' a una pena de 21 meses de multa, a razón de ocho euros diarios, y al pago de una indemnización de 90.000 euros, por la muerte del lince 'Kairós', encontrado muerto en un lazo metálico en Ciudad Real.
Hace más de tres años que este otro ejemplar de lince ibérico, que había sido liberado cinco meses antes de su programa de cría en cautividad, murió por estrangulamiento al quedar atrapado en un lazo metálico de los que los cazadores utilizan para capturar a depredadores.
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