Los manifestantes pasan su segunda noche en Santa Elena.
La idea que tenían los manifestantes que marchan hacia Madrid para pedir la excarcelación del sindicalista Andrés Bódalo de pasar la noche al raso, en plena Plaza Vázquez de Molina de Úbeda, no cuajó. Al llegar a la ciudad Patrimonio de la Humanidad desde Jódar, donde partieron por la mañana, no tuvieron posibilidad de refugiarse bajo techo, ya que, según el Ayuntamiento, su llegada no ha sido comunicada. Diego Cañamero, líder del Sindicato Andaluz de Trabajadores (SAT), que está detrás de este acto, ya barruntó por la mañana que sería difícil tener un lugar en el que cobijarse, aunque planteó que se quedarían en las calles ubetenses, aunque fuera a la intemperie. Sin embargo, terminaron en Canena, en unas instalaciones públicas que se les cedieron.
Los organizadores de esta acción de protesta confían que en cada etapa arrastrará a gente, aunque no todas completen toda la distancia entre Jódar y Madrid, unos 350 kilómetros. No es la primera medida de este tipo que organiza el SAT en apoyo a Andrés Bódalo. En Jódar, unas dos mil personas protestaron para exigir la libertad del sindicalista y en la capital también se movilizaron cientos de personas en una marcha hasta la prisión, en la que se encuentra preso el galduriense.
Bódalo ingresó en el centro penitenciario jiennense, después de esperar que la Policía Nacional fuera en su búsqueda en una “acampada”, que se organizó en la sede de la organización en el Portillo de San Gerónimo de la capital jiennense. Debe cumplir una condena de tres años y medio, dictada por la Audiencia Provincial de Jaén, tras considerarlo culpable de agredir al entonces teniente de alcalde de Jódar, el socialista Juan Ibarra. Fue en el transcurso de una protesta de jornaleros en la que se reclaman peonadas.
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