Este año se cumple el 800 Aniversario de la Batalla de las Navas de Tolosa, que cambió a mediados de julio de 1212 el rumbo de la historia, dibujó un nuevo mapa de la España de entonces y puso fin a la hegemonía hispanoárabe en la Península Ibérica.
La Batalla de las Navas de Tolosa enfrentó a los ejércitos castellanos de Alfonso VIII con las huestes almohades del califa al-Nasir, redujo los dominios de al-Andalus y fue el punto de partida para las conquistas que pocos años más tarde emprendió Fernando III por buena parte de Andalucía occidental. El enfrentamiento tuvo lugar en las tierras altas de la provincia de Jaén, a un lado de Despeñaperros, en el paraje conocido como Mesa del Rey, término de Santa Elena y a un escalón de La Carolina.
En ese lugar desde hace unos años abrió sus puertas el Museo de la Batalla, que este año será el epicentro de los numerosos actos que se han organizado para rememorar la contienda. Es el primer museo español abierto en un campo de batalla. Sí los hay, en cambio, en Francia e Inglaterra y se sitúan, por ejemplo, en los lugares donde se desataron cruentos enfrentamientos durante la Primera y Segunda guerra mundial.
Campos de combate Museo de la Batalla de las Navas de Tolosa no oculta ni suaviza la victoria cristiana. Pero muestra al visitante un mensaje de paz y un reconocimiento a los dos bandos. Los vencedores apuntalaron la cultura occidental en la que hoy nos reconocemos. Y los perdedores aquilataron una refinada civilización de la que quedan sobradas muestras de orgullo y sensibilidad en Andalucía. Aquella batalla significó mucho más que el enfrentamiento entre dos religiones. Contemplado con perspectiva, aquel capítulo de la historia nos alecciona de la necesidad de hallar lugares de encuentro y no hostilidad y diferencias.
En ese lugar desde hace unos años abrió sus puertas el Museo de la Batalla, que este año será el epicentro de los numerosos actos que se han organizado para rememorar la contienda. Es el primer museo español abierto en un campo de batalla. Sí los hay, en cambio, en Francia e Inglaterra y se sitúan, por ejemplo, en los lugares donde se desataron cruentos enfrentamientos durante la Primera y Segunda guerra mundial.
Campos de combate Museo de la Batalla de las Navas de Tolosa no oculta ni suaviza la victoria cristiana. Pero muestra al visitante un mensaje de paz y un reconocimiento a los dos bandos. Los vencedores apuntalaron la cultura occidental en la que hoy nos reconocemos. Y los perdedores aquilataron una refinada civilización de la que quedan sobradas muestras de orgullo y sensibilidad en Andalucía. Aquella batalla significó mucho más que el enfrentamiento entre dos religiones. Contemplado con perspectiva, aquel capítulo de la historia nos alecciona de la necesidad de hallar lugares de encuentro y no hostilidad y diferencias.
La batalla significó mucho más que el enfrentamiento entre dos religiones
Jaén es la provincia española donde se desataron algunas de las más importantes batallas de la historia de España. En el año 207 antes de Cristo los romanos pusieron freno a los cartagineses en la batalla de Baécula. En 1.212 se enfrentaron cristianos e hispanoárabes y en 1808 los ejércitos españoles plantaron cara a los invasores napoleónicos en la batalla de Bailén.
El Museo de las Navas de Tolosa abre sus puertas en un paraje natural de extraordinario valor paisajístico. Se alza frente a las montañas de Sierra Morena y posee un mirador desde donde se advierten los hitos geográficos más importantes de la provincia de Jaén. En él se celebrarán a lo largo del año numerosos actos culturales y recreativos. El programa recoge congresos históricos, recreaciones de la batalla, mercados y visitas ilustres.
Recuerdo en La Carolina
El escritor jiennense Juan Eslava Galán, ideólogo de la Ruta de los Castillos y las Batallas e impulsor del Museo de las Navas de Tolosa, publica el próximo 8 de febrero la novela Últimas pasiones del caballero Almafiera (Editorial Planeta), una recreación de la batalla histórica y un compendio de extraordinarias aventuras en torno a aquella contienda. Este libro se une a un anterior volumen titulado El paraíso disputado (El País-Aguilar) donde Eslava Galán viaja por los pueblos y ciudades que conforman la ruta de las fortalezas jiennenses.
La ciudad de La Carolina se ha sumado también a la celebración del 800 aniversario. La capital de las Nuevas Poblaciones de Sierra Morena guarda un estrecho vínculo con los lugares donde se desató la batalla. Su pedanía más importante lleva el nombre de Navas de Tolosa y en su término se hallan fortalezas donde comenzó la resistencia almohade frente a las huestes de Alfonso VIII de Castilla.
La Carolina, la ciudad trazada a cordel por el rey ilustrado Carlos III, festeja la conmemoración de la batalla con actos culturales, sociales y deportivos. Algo parecido hará Vilches, en cuyo santuario de la Virgen del Castillo se guardan los pendones incautados a los almohades tras la batalla.
Manuel Mateo Pérez - Andalucía 11 de enero de 2012 El Mundo
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