Santa Elena organiza un sentido homenaje con reconocimientos a instituciones y colectivos.
Acaban de cumplirse quince años desde aquel fatídico día en que la barbarie y la sinrazón terrorista acabaron con la vida de 193 personas en Madrid. Fue un acto criminal condenado por las instancias de todo el mundo. En este decimoquinto aniversario, “por esas víctimas y todas las que fueron antes, y por todas las que vinieron después”, el Ayuntamiento de Santa Elena, como representante de sus ciudadanos, y a petición de la Orden de Caballeros Ballesteros de la Santa Vera Cruz del Rey Fernando III, de Santa Elena, celebró un homenaje, en la plaza de La Libertad, para honrar y reconocer la memoria en honor de las víctimas junto a su monumento en dicha plaza. “La democracia y su defensa son los únicos caminos hacia la libertad y los derechos de las personas”, expresó el alcalde, Juan Caminero Bernal. El acto se inició con un responso a cargo de monseñor Francisco Ponce Gallén, párroco de Santa Elena. A continuación, se realzó una entrega de reconocimientos a diversas instituciones que luchan por la paz cotidianamente. Entre ellas, a la Diputación Provincial; la Subdelegación de Defensa; la Comandancia de la Guardia Civil, que recogió el coronel Luis Ortega Carmona; el Cuerpo Nacional de Policía de Jaén, representado por el comisario José Miguel Amaya; Ángeles Pedraza Portero, presidenta de Honor de la Asociación Víctimas del Terrorismo, que perdió a su hija Miriam con veinticinco años; Maite Araluce, presidenta de Víctimas del Terrorismo; la Compañía de la Guardia Civil de La Carolina; el puesto de la Guardia Civil de Santa Elena; las Plataforma Víctimas del Terrorismo; la Policía Local de Santa Elena; la Orden de Caballeros y Ballesteros de la Santa Veracruz del Rey Fernando III; el voluntariado de Protección Civil santaelenero; el colegio Carlos III; la Cofradía Emperatriz de Santa Elena; la asociación de mayores Castro Ferral; la asociación de mujeres Aliseda Soleá y el Ayuntamiento de este municipio.
Los premiados recibieron una estatua de una mano elaborada en acero corten por el autor del monumento, Emilio Piote Bueno, extraída de los cuatro paneles que conforman el monolito en honor de las víctimas del terrorismo. Precisamente, el monumento recuerda al ejemplo de la “virtud de fortaleza mostrada por tantas familias que han sufrido la pérdida humana de un ser querido”. En él, han quedado a la merced de la caricia del viento, las huellas de aquellas manos que representan “desde la más pequeña a la más grande de las víctimas” y que ayer se entregaron como emotivo recuerdo, explicó el presidente maestre prior de la Orden y Barón de El Pardo, Nicolás Callejas y Sánchez.
El acto finalizó con una frase histórica —“El único camino a la Paz, es la Paz”— y la interpretación del himno nacional. El emotivo homenaje contó con la presencia de bastantes alcaldes de las Nuevas Poblaciones como Aldeaquemada, Arquillos, Bailén y Guarromán, así como autoridades civiles y militares, además de numeroso público formado por personas de todas edades. Después, hubo un almuerzo de convivencia en un restaurante local.
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